El Club Estela de la Asociación Síndrome de Down premia a seis empresas e instituciones por haber tenido la valentía y el compromiso de contar, entre sus plantillas, con jóvenes con discapacidad intelectual.
Habría que tener pocas entrañas, o ninguna, para que los previsibles recortes en los presupuestos de las administraciones públicas e incluso a las empresas privadas afectaran a gente como David, que además de ser un ‘salao’ -como le saluda todas las mañanas el alcalde, Javier Lacalle, cuando se cruza con él en las dependencias municipales- es un currante de aquí te espero, responsable y disciplinado como pocos. David Ballesteros es uno de los siete empleados con síndrome de Down que trabajan en empresas e instituciones de Burgos, y que ayer quisieron reconocer esa oportunidad entregando un premio a sus patronos. Representantes de Alcampo, Benteler, Caja de Burgos, Telepizza, Ayuntamiento de Burgos y Diputación Provincial, todos integrantes del Club de Empresarios Estela creado por Síndrome de Down Burgos, recibieron el galardón en un emotivo acto, que sirvió como demostración de que, en tiempos de crisis más que en ningún otro, no se debe volver la cara a los colectivos menos favorecidos.
Así, la grave coyuntura económica en que está sumida el país sobrevoló el acto. La presidenta de la Asociación Síndrome de Down, Belén Santamaría, que agradeció al centenar de empresas socias que ya integran el Club Estela el apoyo y la oportunidad de estos puestos de trabajo, hizo este llamamiento: «Seguimos siendo un colectivo vulnerable y no merecemos que se retroceda en situaciones que han sido difícilmente superadas». Arranz Acinas recibió el galardón especial por su continuo compromiso y apoyo.
Milagros Marcos, consejera de Familia de la Junta de Castilla y León, señaló que aunque todavía no están aprobados los presupuestos regionales, existe un «compromiso» de la administración regional con estos colectivos, si bien admitió que la situación económica es complicada y «difícil de escapar para ninguna de las áreas», aunque garantizó la atención directa a los que más lo necesiten. «Tenemos un compromiso con la discapacidad en un momento en que hay que seguir apostando y ayudando a las personas que más lo necesitan». En este sentido, subrayó que la Consejería de Familia tiene especial interés en el programa de la autonomía personal, pionero en la región, que permite «valorar y dotar a estas personas de habilidades para su desarrollo autónomo». La consejera reclamó la atención de las empresas privadas instándolas a no centrarse exclusivamente en obtener rentabilidad económica y en apostar por la rentabilidad social con este tipo de contratos, argumentando además que las personas con discapacidad «producen a menudo más que las que no tienen discapacidad». El que sí que garantizó que no habrá ni un solo recorte en la ayuda a este colectivo fue el alcalde, Javier Lacalle: «El Ayuntamiento de Burgos mantendrá íntegramente ese compromiso social. No es momento de recortes».
Habría que tener pocas entrañas, o ninguna, para que los previsibles recortes en los presupuestos de las administraciones públicas e incluso a las empresas privadas afectaran a gente como David, que además de ser un ‘salao’ -como le saluda todas las mañanas el alcalde, Javier Lacalle, cuando se cruza con él en las dependencias municipales- es un currante de aquí te espero, responsable y disciplinado como pocos. David Ballesteros es uno de los siete empleados con síndrome de Down que trabajan en empresas e instituciones de Burgos, y que ayer quisieron reconocer esa oportunidad entregando un premio a sus patronos. Representantes de Alcampo, Benteler, Caja de Burgos, Telepizza, Ayuntamiento de Burgos y Diputación Provincial, todos integrantes del Club de Empresarios Estela creado por Síndrome de Down Burgos, recibieron el galardón en un emotivo acto, que sirvió como demostración de que, en tiempos de crisis más que en ningún otro, no se debe volver la cara a los colectivos menos favorecidos.
Así, la grave coyuntura económica en que está sumida el país sobrevoló el acto. La presidenta de la Asociación Síndrome de Down, Belén Santamaría, que agradeció al centenar de empresas socias que ya integran el Club Estela el apoyo y la oportunidad de estos puestos de trabajo, hizo este llamamiento: «Seguimos siendo un colectivo vulnerable y no merecemos que se retroceda en situaciones que han sido difícilmente superadas». Arranz Acinas recibió el galardón especial por su continuo compromiso y apoyo.
Milagros Marcos, consejera de Familia de la Junta de Castilla y León, señaló que aunque todavía no están aprobados los presupuestos regionales, existe un «compromiso» de la administración regional con estos colectivos, si bien admitió que la situación económica es complicada y «difícil de escapar para ninguna de las áreas», aunque garantizó la atención directa a los que más lo necesiten. «Tenemos un compromiso con la discapacidad en un momento en que hay que seguir apostando y ayudando a las personas que más lo necesitan». En este sentido, subrayó que la Consejería de Familia tiene especial interés en el programa de la autonomía personal, pionero en la región, que permite «valorar y dotar a estas personas de habilidades para su desarrollo autónomo». La consejera reclamó la atención de las empresas privadas instándolas a no centrarse exclusivamente en obtener rentabilidad económica y en apostar por la rentabilidad social con este tipo de contratos, argumentando además que las personas con discapacidad «producen a menudo más que las que no tienen discapacidad». El que sí que garantizó que no habrá ni un solo recorte en la ayuda a este colectivo fue el alcalde, Javier Lacalle: «El Ayuntamiento de Burgos mantendrá íntegramente ese compromiso social. No es momento de recortes».
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